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Vale, esta es mi primera crítica en lengua española, pero sentía el deber de hacerlo por esta serie que se merece toda nuestra atención. Hablo de la serie original Netflix titulada “La casa de papel” (2017), un drama criminal que ha atraído un público muy amplio y variado.
“La casa de papel” trata de un grupo de ladrones que programa ‘el mayor atraco de la historia’: infiltrarse en La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España con el objetivo de imprimir millones de euros con los que escapar. La mente maestra que reúne a los ladrones y que organiza todo el atraco, hasta con el más mínimos detalle, es la del Profesor, un hombre muy inteligente y sobre todo planificador que quiere realizar este acto para honrar a su padre fallecido.
El profesor recluta a ocho personas que prepara durante dos meses. Una de las reglas principales del grupo para que el atraco tenga éxito es no tener ninguna relación, ni siquiera se debe saber los reales nombres de los ladrones. Para identificarse los personajes principales utilizan nombres de ciudad: Tokio, Nairobi, Moscú, Denver, Berlín, Oslo, Helsinki y Río. Mientras que Raquel Murillo será la inspectora encargada de resolver este atraco sin poner en peligro la vida de los rehenes.
Así que toda la serie, que está dividida en dos partes, trata de la resistencia de los atracadores en el museo y todas las dificultades que encuentran por la policía: según van pasando las horas más difícil será terminar este golpe. Pero los atracadores saben que su ángel de la guarda, el Profesor, vigila toda la situación desde fuera. Los atracadores permanecerán en el museo más de 150 horas, encerrados y sin contacto exterior, solo con el profesor.
Por supuesto a las dificultades se añaden los imprevistos que traicionarán la primera regla: no tener relación entre ellos.
En esta serie se reúnen algunos de los actores más famosos y con más talento en el panorama del cine español, como Álvaro Morte (El Profesor) y Úrsula Corberó (Tokio).
Pienso que es una serie increíblemente genial donde tratan el tema de la perversión del concepto de héroe: el público tiene que decidir a qué parte apoyar, a los atracadores o a la policía. ¿Quienes son realmente los malos? ¿Las buenas intenciones pueden justificar las malas acciones?
En toda la serie nada es dado por supuesto y nada es evidente.
De episodio en episodio el público descubrirá algo sobre la vida de los personajes principales y aprenderán a amarlos incluso con su fragilidad.
El público se reirá de ellos, reirá con ellos, llorará, los odiará y los amará porque los personajes están tan humanizados que parecen auténticos.
“Nosotros como espectadores también deseamos que el atraco salga adelante,que la policía fracase y que nuestros héroes delincuentes triunfen.”(ESPINOF)
No falta la dinámica romántica que se ve entre los personajes, ni tampoco el concepto familiar como algo que se construye con las personas que quieres y a las que cuidas. En cada personaje podemos ver el lado débil y el lado fuerte.
Mi personaje favorito es Nairobi, una mujer que al parecer no tiene nada, al contrario, ya ha perdido todo en su vida, pero que en la historia muestra su determinación, su amor y su esperanza por mejorar su vida. Nairobi enseñará que una mujer soltera puede hacer frente a todo valiéndose por ella misma.
El final es tan apasionante como su inicio y sin anticipar algo más aconsejo a todo el mundo que le dé una oportunidad a “la casa de papel”, ¡no os arrepentiréis!.
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